
Pr. 15:23 - "El hombre se alegra con la respuesta de su boca; Y la palabra a su tiempo, !!cuán buena es!"
Todo “hijo o siervo del Señor” debe ser “apto para hablar, predicar, y enseñar”... Leamos en 2 Timoteo 2:24-25 - "Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad”... En otras palabras el Espíritu Santo nos requiere a todos los siervos de Dios no solamente que estemos dispuesto a hablar, o predicar o enseñar, sino que seamos dirigidos, capacitados y enseñados por Espíritu Santo.